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Características

Santuario Religioso dedicado al culto a la Tierra.

La Sala de los Sacrificios
Cámara subterránea, hecha en la parte interna, porción baja del gran roquedo, de tal manera que suelos, techo, paredes mesas y alacenas estan labrados en una sola roca gigantesca. Se dice que esta cámara subterránea, pudo haber sido utilizada para embalsamar cadaveres de los orejones y tambien como lugar de sacrificios humanos y de llamas.

Intiwatana y Observatorio Astronómico
Ubicado en la parte superior del gran roquedo, constituido por dos prominencias pétreas de forma cilíndrica que se yerguen verticales sobre un pedestal cuasi elíptico, todo in situ labrado en la parte superior de la roca. El uso de los intiwatanas (donde se amarra el sol) durante el incario es hasta ahora un enigma. Se presume que era una especie de observatorio astronómico, que los hamautás utilizaban para medir el tiempo, para establecer las estaciones, determinar los solsticios y equinoccios, y también, como Adoratorio donde se rendía culto al Sol, a la Luna, a Venus y a las estrellas.

La Canaleta Zigzagueante
Esta sobre el gran roquedo y muy cerca al Intiwatana. El zigzagueante canal parte de un pequeño hoyo y se desplaza hacia abajo en plano inclinado y linea quebrada, que luego se bifurca, una de estas ramas conducia el liquido hasta la Camara subterranea o Sala de Sacrificios (según el historiador cusqueño Víctor Angles). El líquido pudo ser chicha consagrada ó sangre de seres sacrificados para los dioses.

El Anfiteatro
Se trata de una enorme área semicircular de 55 m. de largo, con 19 hornacinas incompletas, distribuidas a lo largo del muro. Durante el incanato este lugar fue un templo para ceremonias públicas. Por delante del área libre, se encuentra un gran bloque de piedra de 6 m. de altura que descansa sobre un sólido pedestal rectangular. Tiene hornacinas distribuidas alrededor del anfiteatro a manera de asientos, pero de acuerdo a investigaciones recientes, es muy probable que en realidad hayan sido las bases de un gran muro, ubicado en cada uno de ellos, la representación de una entidad a la que rendían culto.